Memorias de espionaje y operaciones clandestinas. La historia hasta hoy secreta de la unidad policial que en la última década ha asestado los golpes más duros a Sendero.
Hace pocas semanas, como reacción al ataque sorpresivo de la ‘Brigada Lobo’ contra el líder senderista ‘Antonio’ en Virgen Ccasa (ver El combate en Virgen Ccasa y La mochila), y el encarnizado combate subsecuente, el SL-VRAE publicó, como panfleto, un parte de guerra en el que da su versión sobre los combates conocidos, reporta acciones que no fueron difundidas y, lo más importante, busca demostrar que conoce bien la estructura de las fuerzas que les han hecho real daño (tal como reconocen) y a los líderes de estas.
En el tope de la lista figura la Divinesp (División de Investigaciones Especiales) de la Dirandro y el jefe identificado por ellos: el general PNP Carlos Morán. El problema es que el general Morán lleva cerca de dos años en el retiro. El que el Sendero del VRAE lo siga identificando como líder de la Divinesp y, en consecuencia, su principal enemigo, ilustra la fuerte influencia que el trabajo de Morán dejó en los policías que trabajaron con él y que, con las distorsiones que suele haber en la información percolada entre enemigos, llegó a SL como si una gestión pasada perteneciera al presente.
La experiencia del hoy retirado general Carlos Morán en el combate contra Sendero y, de otro lado, contra el narcotráfico, a través de la Divinesp, es poco conocida, pese a la gran importancia que tuvo y que Sendero reconoce involuntariamente hoy.
Por eso, IDL-R pidió al general Morán que escriba sobre su experiencia al mando de esa unidad. El relato que produjo cuenta con precisión hechos y detalles importantes e ignorados en la guerra contra Sendero y el narcotráfico. A diferencia de otros militares, policías o diplomáticos que se las arreglan para contar historias en las que sobresale lo omitido, Morán hace un relato directo, puntual y revelador de los personajes y los hechos en esta historia, cuya primera de cinco entregas publicamos hoy.
“¿…Qué organismo dirige y controla a esta Brigada Lobo?” se preguntan en un reciente panfleto las huestes senderistas del VRAE. Ellos mismos se responden: “La División de Investigaciones Especiales (Divinesp) de la Dirandro”.
Luego siguen preguntándose y respondiéndose: “¿…Quiénes son sus capitostes y quiénes lo conforman? [……] Sus capitostes son: 1) El general PNP Carlos Morán; 2) El viceministro de defensa Iván Vega; 3) el coronel PNP Segundo Argomedo Vásquez conocido como Jair; 4) el coronel Wálter Lozano conocido como Bica, 5) el coronel Harvey Colchado conocido como René”.
¿Cuál es la razón de ese esfuerzo de Sendero Luminoso, o lo que queda de él, por identificar al enemigo, que no es lo mismo que conocerlo?
Es que ellos saben que ese enemigo los ha acorralado, llevado a un callejón sin salida en el que su lucha ya no es para alcanzar el objetivo que repiten con un discurso reiterativo “…El socialismo y el comunismo científico sí prevalecerán en este siglo XXI o en el siguiente siglo XXII, inevitablemente triunfará, iluminando de rojo la faz de la tierra…“, sino de luchar por sobrevivir.
Así que, en vista de que es el propio “José” -Víctor Quispe Palomino-, quien me otorga créditos en el diseño y la estructuración de una estrategia con la que se viene asestando contundentes golpes a su organización, siento la necesidad de contar la historia de algunos de sus protagonistas. E intento contarla en su real dimensión, sin ambages ni medias verdades.
¿Qué es la Divinesp? son las siglas de la División de Investigaciones Especiales de la Dirandro, un grupo especial que se formó el 2001 en base a la integración de dos antiguas unidades: la Unidad de Asuntos Especiales (UAE), formada fundamentalmente por detectives; y la Unidad de Operaciones Especiales (UOE), conformada por elementos especializados en la interceptación radial, que provenían casi exclusivamente de la otrora Policía de Drogas de la Guardia Civil.
Con la creación de la Policía Nacional del Perú se encorsetó en un solo cuerpo a tres instituciones policiales diferentes. En esa integración forzada, la especialidad que mantuvo un nivel de eficiencia con altibajos fue la investigación criminal. Y eso fue gracias al esfuerzo de los detectives que recalaron en unidades emblemáticas como la Dirección de Investigación Criminal, la Dirección contra el Terrorismo y la Dirección Antidrogas.
Con el transcurso del tiempo ese trabajo profesional se fue consolidando. Mientras por un lado los gobiernos de turno, los numerosos ministros del Interior y los comandos policiales emprendieron una ola interminable de reformas, contrarreformas, reorganizaciones; y planes con graves falencias en su diseño y su ejecución, se generaron por otro lado grupos especiales dentro de esas Direcciones Policiales, algunos de los cuales marcaron el destino de la propia institución policial y del país, como fue el caso del legendario Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) de la Dircote en la década de los 90.
Otras unidades que destacaron en la lucha contra el crimen organizado, fueron precisamente las anteriormente nombradas Unidad de Asuntos Especiales (UAE) y la Unidad de Operaciones Especiales (UOE) que permitieron dar origen el 2001 a lo que es actualmente la Divinesp de la Dirección Antidrogas de la Policía.
Lo singular de estas unidades no solamente radicaba en el apoyo logístico, capacitación, infraestructura y aporte tecnológico que recibían de la Oficina DEA [Drug Enforcement Administration, del Departamento de Justicia de Estados Unidos] en Lima; sino en cómo se reclutaba al personal, siguiendo una serie de rigurosos protocolos que iban desde la evaluación de la historia personal del postulante, pasando por exámenes toxicológicos, poligráficos y una entrevista final para decidir si era un efectivo confiable que merecía ser incorporado al grupo para que comparta con el resto información sensible.
Además, creo que la Divinesp recogió mucha de la experiencia del GEIN, pues acogió a varios de sus cuadros intermedios y multiplicó su eficiencia con un oportuno apoyo de la cooperación internacional, a la vez que optimizaba la selección de su miembros.
El recurso más valioso en toda unidad que combate el crimen organizado son sus integrantes, sobre todo sus policías. Mantenerlos en altos niveles de rendimiento es un reto permanente para los que conducen esas organizaciones.
La Divinesp tuvo casos resonantes desde el momento de su fundación. Uno de los más notables…