Desde el primero de octubre, el Ministerio Público tiene un nuevo gerente de imagen institucional: Gonzalo Iwasaki Cauti. Se trata de una persona competente, con larga experiencia en ese concepto difuso – el de la “imagen” de una institución– que comprende relaciones públicas, protocolo, publicidad, imagen y hasta prensa.
El problema es que parte de esa experiencia fue adquirida desempeñando el mismo puesto –de imagen institucional– en Aerocontinente, la hoy fenecida aerolínea del narcotraficante Fernando Zevallos, incluso después que éste aparecieraen la notoria lista estadounidense, de ‘significativos narcotraficantes’, el Kingpin Act.
Hoy, Zevallos cumple una condena de 20 años por narcotráfico en el penal de Piedras Gordas.
Iwasaki afirma haber trabajado solo para la compañía Aerocontinente y no para Zevallos individualmente. Pero la periodista Sally Bowen, quien en el pasado fue demandada por Zevallos, ha declarado varias veces que Iwasaki la buscó para intentar negociar un arreglo antes de la sentencia en la querella millonaria que Zevallos había entablado contra Bowen y Jane Holligan por mencionar, en su libro ‘El espía imperfecto’, un testimonio según el cual Vladimiro Montesinos “había establecido alianzas con hombres que, según afirma [Benites] eran grandes narcotraficantes del Perú, tales como Eudocio Martínez, de Hayduk, y Fernando Zevallos, el fundador de la aerolínea Aero-Continente”.
En varias comunicaciones recientes con IDL-Reporteros Bowen recordó dicho episodio:
“Me reuní con Iwasaki sólo una vez, a su pedido, la noche anterior a la sentencia [que fue el 4 de mayo de 2005] en la Tiendecita Blanca. Tuve a una persona amiga sentada en otra mesa como una especie de ‘testigo’ porque pensé que toda la situación era muy extraña.
Iwasaki claramente representaba a Zevallos. Dijo que antes había sido su asesor en relaciones públicas pero que seguía como ‘amigo’ de Zevallos. Le molestaba ver a su amigo en una ‘disputa’ con una ‘colega’ (yo) y que iba como conciliador (‘mensajero’ sugerí yo). El quería que yo llamara al celular de Zevallos e insistió en que anotara su número pese a que le dije que no tenía intención de llamarlo. Le dije abiertamente que estaba sorprendida de que él estuviera en ese papel y que no habría negociación de mi parte”.
IDL-Reporteros conversó por teléfono con Iwasaki sobre el tema, y éste declaró lo siguiente:
“Me metí [en el tema] porque me pidió que la ayude… estaba muy asustada…fui un tonto en meterme… la llamé a Sally primero para solidarizarme con ella, yo ya había salido entonces de Aerocontinente (…) en una conversación posterior, me pidió a quién conozco [sic] y dijo [que] cómo iba a pagar [la demanda por 10 millones de dólares] … hice la gestión para ver si conversaban y le perdonaban el dinero… me metí tontamente como amigo de Sally … [ella] me dijo llorando que no tenía plata … tú conoces esa gente [le habría dicho] … después que hablamos en la Tiendecita, me llamó y hemos hablado como amigos”.
Luego de esa declaración, IDL-Reporteros contactó por teléfono de nuevo, el viernes 19 de noviembre, a Sally Bowen, que se encuentra en Inglaterra. Esto es lo que dijo:
“Eso [la declaración de Iwasaki] es una mentira total… nunca llamé a Gonzalo Iwasaki… yo no tenía amistad ni cercanía ni nada con él… Nos encontramos en la Tiendecita Blanca porque quería que alguien me vea… [IDL-Reporteros tiene el nombre de la testigo que se sentó en la mesa contigua y que captó toda la conversación]… se ofreció para una especie de mediación… me dijo que Zevallos lo había llamado para que interceda… que el monto no importaba, que se podía arreglar, conversar. Me insistió mucho que yo hablara con Zevallos… tú puedes llamarlo ahorita… le dije que no tenía la más mínima intención de hablar con él… le dije que me había causado estrés… que era absurdo pedirme ese monto de plata…”
“¿Qué lo llamé? Mentira total. ¿Qué lloré? Mentira total… el desesperado era él… me escribió el número de Zevallos, me presionó que lo llame… ellos querían una especie de carta de retractación… [al negarme] le dije que se trataba de una cuestión de principios… Nunca hablé con él ni antes ni después”.
Además de este reportaje, hay una contraposición de versiones hecha hace un año, en noviembre de 2009, por el periodista César Pereira, para el programa ‘Enemigos Íntimos’.
El hecho es que Iwasaki seguía vinculado con Zevallos cuando este fue incluido, el primero de junio de 2004, en el Kingpin Act. Al día siguiente, declaró a la prensa, escoltado por Iwasaki (Ver fotografía al inicio de la nota).
Iwasaki también coordinó con la Asociación de Prensa Extranjera del Perú, (tal como confirmaron fuentes de esa Asociación a IDL-Reporteros) la conferencia de prensa realizada asimismo en junio de 2004, en el salón Tritón del hotel Los Delfines,para referirse a su inclusión en la lista de narcos.
Hay que precisar que Iwasaki no fue inculpado en el caso Zevallos, y que lo que se ha expuesto aquí no constituye delito. De hecho, no son pocas las personas que mantuvieron relaciones cercanas y de diversa índole, con Aerocontinente y con Zevallos. (Ver reportaje de Carola Miranda en Cuarto Poder).
Pero, dada la relación con Aerocontinente y, sobre todo, con Zevallos, condenado en uno de los principales casos de narcotráfico en el país, ¿es apropiado o coherente para la Fiscalía de la Nación que se encargue de su ‘imagen’ la persona que lo hizo para Aerocontinente y para Zevallos?
IDL-Reporteros solicitó la opinión de la fiscal de la Nación, Gladys Echaiz, quien manifestó no tenerla. “No declaro nada porque no sé… trataré de averiguar… no he reparado en el detalle que trabajó para Aerocontinente… voy a conversar con él y también con los fiscales”.
Lo cierto, como enfatizó el propio Iwasaki en una entrevista con IDL-Reporteros, es que él ocupa un cargo de confianza para el que no postuló sino fue llamado, según él, por la propia Gladys Echaíz. La resolución de su nombramiento, propuesta por “la Gerencia General” del Ministerio Público, fue firmada por la fiscal de la Nación.